Por fin, después de mucho tiempo de haber abierto este espacio, puedo escribir y reflexionar tranquilamente y dedicarme a plasmar, en algunas letras, reflexiones y cuestiones que como militante fascista me llevan a ejercer y usar este medio para propagar el ideal.
Pues bien, comenzaré con algo que en cierta forma siempre me ha llamado la atención dentro de las cientos de acusaciones con que los pobres sirvientes de la pútrida raza hebrea nos atacan constantemente, que es que el Fascismo utiliza la violencia como método de acción política.
No es secreto la existencia de escuadrones de asalto y de defensa que militaron bajo los más insignes símbolos y banderas de la ideología Tercer Posicionista, y que aún hoy lo hacen. Así, por ejemplo, los dos principales ejemplos fueron los Camisas Negras de Benito Mussolini y la Sturmabteilung del NSDAP, al que tiempo después de la sumó la Schutzstaffel.
Con el tiempo, y después de la Segunda Guerra Mundial, muchos otros movimientos y muchos otros partidos tomaron los ideales de la Tercera Posición Europea y los replicaron en sus países. Así, en el presente, encontramos movimientos y partidos como Casa Pound en Italia, Amanecer Dorado en Grecia, el Groupe Union Défense en Francia, el Svenskarnas Parti en Suecia, Svoboda en Ucrania, y así la lista suma y sigue.
¿Pero que tienen todos estos grupos en común?, bueno, muchos de ellos han sido captados con escudos y/o bastones en sus concentraciones, mítines, marchas y manifestaciones; tal y como lo demuestran las fotografías.
Pero, cabe preguntarse, ¿no será está una respuesta, una reacción, a otros sectores que deliberadamente los atacan?, de esto podrá dar cuenta cualquier camarada español que en todas sus manifestaciones no faltan los babosos hijos de puta, perdón, los antifascistas que se congregan con el mero afán de frustrar cualquier manifestación que no concurra en la misma frecuencia que sus ideas (y aun así tienen la cara de decir que son los adalides y defensores de la libertad y la tolerancia… anda, que les den por culo) y que con sus típicos cantos de “[Inserte nombre de ciudad] será la tumba del Fascismo” o “Fuera Fascistas de [inserte lugar geográfico]” solo buscan provocar a los asistentes a una manifestación pacífica pero de corta nacionalista, identitario o tradicional, ergo, Fascista.
La respuesta queda a criterio de cada uno de ustedes, yo he presentado mis pruebas y creo que desde ahora en adelante siempre saldré con un bastón extensible presto para golpear a cualquier perro-flauta, antifascista, eco-marica, feminista y rojo-podrido que se atreva a tocarme los cojones.